Esta genética americana posee uno de los niveles de THC más altos del mercado. La producción de resina es tal que ésta empapa incluso las hojas y tallos, por lo que es perfecta para hacer extracciones. El humo tiene un sabor exquisito con matices terrosos y dulces, un poco ácido y con un toque a pino heredado de sus progenitores. Su aroma es intenso a madera de pino y limón amargo. Su efecto combinado entre índico y sativo provoca una alegre euforia seguida de una agradable relajación, dejando que el cuerpo flote mientras la mente permanece despejada.